Si te gusta y estás interesado en la botánica, seguramente alguna vez te has preguntado cuáles son las plantas y los árboles más raros del mundo. Te invitamos a echar un vistazo por algunas de ellas.
Baobab
De las ocho especies existentes de estos árboles, seis se hallan en Madagascar; una, en África continental; y otra (la más pequeña), en Australia. Esas plantas pueden llegar a medir 30 metros de altura, y el diámetro de su tronco ronda los 11. Alcanzan la madurez a los 200 años, pudiendo vivir más de 800. Entonces, su tronco adquiere una forma muy característica, semejante a las botellas. Se podría decir incluso que en realidad lo son, ya que algunas se ahuecan y almacenan en su interior grandes cantidades de agua, hasta 120.000 litros según algunas estimaciones.
Amorphophallus Titanum
En Indonesia, el aro gigante se denomina «flor cadáver» por una buena razón. Y es que desprende un olor fétido espantoso. Aun así, observar su floración supone todo un acontecimiento, pues solo ocurre tres o cuatro veces en los casi cincuenta años que vive. En realidad, se trata de una hierba que puede alcanzar los tres metros de altura. El mayor espécimen cultivado de estas plantas, de 3, 1 metros, lo obtuvo en 2010 Louis M. Ricciardiello, quien lo donó al complejo de invernaderos Winnipesaukee Orchds, de los EE. UU. Sus bulbos llegan a pesar con facilidad 70 kilos.
Hydnora Africana
Esta especie de plantas, que parasitan las matas y arbustos de la familia Euphorbiaceae, crecen bajo el suelo, salvo su flor carnosa, que surge a la superficie en las zonas desérticas del sur de África. Emiten un olor a heces destinado a atraer a algunos insectos, como los escarabajos del estiércol, que son sus polinizadores naturales. El fruto tiene un sabor dulce y resulta muy agradable de comer cuando se cocina al fuego. La pulpa, mezclada con crema de leche, es deliciosa.
Amorphophallus Paeoniifolius
El tubérculo de estas plantas originarias del Sudeste Asiático, también llamado boniato de pie de elefante, llega a pesar 25 kilos y es muy apreciado en la cocina de la zona. Actualmente se está estudiando el efecto medicinal del extracto del Amorphophallus Paeniifolius como depresivo del sistema nervioso central, pues disminuye su actividad y actúa como sedante. Tradicionalmente se receta por sus efectos antihemorroidal, expectorante, antiinflamatorio e incluso afrodisíaco. Este uso quizá se debe a su aspecto – Amorphophallus significa pene deforme-, pero en ningún caso ha sido demostrada su eficacia.
Dracunculus Vulgaris
La dragontea o dragoneta, propia del Mediterráneo oriental y central, es nativa de los Balcanes. Pertenece a la familia de las aráceas, cuya representante más popular es la cala, y puede llegar a medir un metro de altura. Esto convierte a estas plantas en ejemplares muy llamativos en los jardines cuyos dueños estén dispuestos a cultivarlas, pues desprenden muy mal olor y sus bayas, anaranjadas, son venenosas.
Rafflesia Arnoldii
La denominada flor de la podredumbre es una de las plantas que parasita un tipo de parra en las selvas de Sumatra e Indonesia. De hecho, constituye una de las tres flores nacionales de este país y también la más grande conocida: puede llegara medir un metro de diámetro y pesar once kilos. No posee hojas, tallo o raíces, así que no lleva a cabo la fotosíntesis. Cómo ha sido capaz de sobrevivir hasta ahora resulta un misterio, ero lo que está claro es que es mejor mantenerse alejado de ella, pues emite un aroma sumamente desagradable.
Welwitschia Mirabilis
Descubierta en 1859 por el botánico austríaco Friedrich Welwitsch (de ahí su nombre), es endémica del desierto de Namibia, una desolada región a cuyas condiciones de vida se encuentra perfectamente adaptada. Esta especie de fósil viviente está formada por un tronco grueso, un amplio grupo de raíces y solo dos hojas. Estas recogen las gotas del rocío y las dirigen al centro de la estructura vegetal. Además, no dejan de crecer durante toda la vida de la planta. Y no es poca cosa, porque puede prolongarse durante ¡dos milenios! Aun así, las hojas no suelen superar los 15 metros.
Wolffia Angusta
La lenteja de agua australiana, cuyo aspecto recuerda el de un diminuto guisante, es probablemente la planta más pequeña del planeta: pesa 0, 15 gramos y su diámetro ronda los 0, 3 milímetros. Se suele decir que una docena de ellas cabría en la cabeza de un alfiler. Es originaria de Malasia y Australia, y está compuesta en un 40 por ciento por proteínas, lo que la coloca al mismo nivel que la soja. De hecho, en muchas partes de Asia se usa como alimento.