¿Por qué nos da hipo? Cada tanto, somos asaltados por contracción del diafragma, por la que tenemos que aguantar la respiración para cortarlo. Acá te explicaremos las causas que lo originan. Además, responderemos a otras curiosidades, como si se pierden las propiedades de los alimentos al calentarlas en el microondas y qué es la neurociencia, entre otras.
¿Por qué nos da hipo?
El hipo se produce por una contracción del diafragma, el músculo ubicado debajo de los pulmones que ayuda a realizar el movimiento de la respiración. Aunque no hay una sola causa que genere el espasmo, puede suceder después de comer mucho o demasiado rápido, consumir alimentos picantes, o por alguna situación que irrite los nervios que controla el diafragma (como una cirugía abdominal, un accidente o una enfermedad). Como quiera que sea, la contracción hace que respiremos mal y ocasiona que las cuerdas vocales se cierren inesperadamente y provoquen el peculiar «hic».
¿Desde cuando se utiliza la caloría como unidad?
La primera definición documentada de este concepto procede de una nota publicada en 1825 en el diario parisino Le Producteur. Journal de l’Industrie, des Sciences ey des Beaux-Arts (El productor. Diario de la industria, las ciencias y las bellas artes). Estaba dedicada al curso de química industrial impartido por el profesor Nicolás Clément (1779-1842). El académico presentó el término por primera vez con una rudimentaria definición. «La cantidad de calor necesaria para elevar un grado centígrado la temperatura de un kilogramo de agua», dijo Clément. No obstante, los ingenieros de su época aceptaron bien el concepto. Posetriormente, en la década de 1840, se incluyó en diccionarios y tratados científicos franceses. Hoy, entendemos como caloría la energía necesaria para elevar de 14, 5°C a 15, 5°C la temperatura de un gramo de agua destilada a nivel del mar.
¿Los alimentos pierden sus propiedades nutritivas al ser calentados en un microondas?
Cualquier forma de cocción afecta las propiedades químicas de los alimentos por el simple hecho de exponerlos al calor. Utilizar un horno de microondas para ello no es más perjudicial que otros métodos de calentamiento, como la cocina convencional o una fogata. La pérdida de nutrientes depende de cómo y por cuánto tiempo se caliente la comida. La Escuela de Medicina de Harvard, en EE. UU., asegura que en sus investigaciones científicas han comprobado que el microondas ayuda a preservar ciertos nutrientes, debido a que calienta de manera inmediata las moléculas de agua del exterior del alimento y ocupa menos tiempo en hacerlo que el horno común, que asa el alimento también de afuera hacia adentro, pero de manera más lenta. Sin embargo, otro factor de la degradación de los nutrientes depende del tipo de alimento que se prepare.
¿Qué es el neuromarketing?
El neuromarketing es un método mercadotécnico que pretende estudiar el estrato inconsciente del consumidor cuando toma decisiones de compra o recibe estímulos publicitarios. Su finalidad es que las empresas tengan un conocimiento de la psicología de los clientes. Para esto, se sirven de datos más exactos y medibles que los obtenidos con técnicas tradicionales de investigación, como encuestas o entrevistas.
Para conocer dicha respuesta neural, personas voluntarias y aptas son sometidas -en condiciones de laboratorio- a exámenes electroencefalográficos, de mapeo cerebral, y al registro de otras variables fisiológicas, como ritmo cardíaco, tono muscular y temperatura. Lo anterior permite, a su vez, cuantificar los niveles de atención, emoción, memorización y acción respecto de los productos o comerciales a los que son expuestos.
Este método interdisciplinario puede ser aplicado por mercadólogos, diseñadores y políticos para predecir, por ejemplo, las expectativas y conducta emotiva de un público determinado, y así diseñar productos, campañas y servicios que tengan el mayor número de probabilidades de ser consumidos satisfactoriamente.
¿Por qué balanceamos los brazos al caminar?
Permite mantener el equilibro, contrarrestando el balanceo de las piernas. Mucho tiempo se pensó que este movimiento era uno de los «residuos» de nuestra etapa como primates no evolucionados. Un grupo de expertos en biomecánica de las universidades de Brown y de Michigan, ambas en los Estados Unidos, han analizado si existen otras razones que justifiquen el movimiento. De acuerdo con sus estudios, al balancear los brazos como lo hacemos habitualmente, disminuimos el gasto energético. Contrariamente, si corriéramos con los brazos sobre la cabeza, o intentando no moverlos, nuestro consumo energético sería mayor. Tal adaptación permitió que en la antigüedad pudiéramos desplazarnos largas distancias sin gastar grandes cantidades de energía, lo que se traduciría en un mayor consumo de alimento.