El Nostradamus argentino: Benjamín Solari Parravicini

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Nacido el 8 de agosto de 1898, Benjamín Solari Parravicini es conocido popularmente como el Nostradamus argentino. Fue miembro de una familia acomodada y destacada. Su bisabuelo, de apellido Thompson, fue el marido de Mariquita Sánchez (de Thompson), quien en la tradición argentina es conocida por haber sido en su casa donde fue cantado por primera vez el Himno Nacional Argentino. Además, su padre fue diputado nacional, mientras que su madre era prima del actor Florencio Parravicini.

Solari Parravicini, el Nostradamus argentino
Benjamín Solari Parravicini (Imagen de dominio público CC0 1)

Pasión por la pintura

Durante su infancia, Benjamín manifestaba frecuentemente ver ángeles, hadas y duendes. Ante esta situación, su padre, que era psiquiatra, sometió al niño a varios estudios que finalmente demostraron que no padecía ninguna enfermedad.

Desde muy pequeño se mostró como un apasionado por la pintura, haciendo posteriormente de ella su ocupación. En la década de 1920, el Presidente de Argentina, Marcelo T. de Alvear, lo felicitó en una exposición que se llevó a cabo en la Asociación Amigos del Arte.

Posteriormente, Solari Parravicini consiguió premios en varias exhibiciones. Recibió galardones en exposiciones en la Rural y, más tarde, en una llevada a cabo en Liega, Bélgica. Allí consiguió, además de una medalla dorada, vender una de sus obras al rey Alberto I.

Las confusas psicografías

Fue a mediados de los años treinta, cuando ya estaba consolidado como pintor, que Solari Parravicini comenzó a manifestar su increíble faceta de vidente. Fue el inicio de la leyenda del Nostradamus argentino. Según explicó luego a su amigo Sigurd Von Wurmb -el primero en publicar un libro sobre sus profecías- sus manos dibujaban y escribían cosas sin intervención de la mente consciente. Decía que dibujaba y escribía «a dictado». El pintor llamaba a la voz que le hablaba «Ángel Amigo» o «Fray José de Aragón».

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Sea como fuere que obtenía las visiones para sus dibujos, llamó a éstos «psicografías» y al comienzo no las conservó, ya que no entendía su contenido. Al respecto, sus conocidos dijeron que estas revelaciones le causaban al pintor una gran angustia.

Se conocen 700 psicografías que abarcan distintos temas. Sin embargo, hay varias que no han podido ser descifradas. Entre las que han podido ser verificadas, se halla una de 1938. En esa psicografía, Solari Parravicini dice: «El primer volador será un Can». En efecto, la perra Laica fue quien «comandó» el primer vuelo tripulado al espacio. Además, ese año también dijo: «El corazón será artificial en el 66». Y así fue: en 1966 se implantó con éxito por primera vez una bomba auxiliar para propulsar la circulación sanguínea.

La gran profecía del Nostradamus argentino

Muchas de las psicografías del Nostradamus argentino están destinadas a no ser comprendidas, sino hasta que suceda algo que les otorgue validez. Esto fue lo que ocurrió con una premonición que tuvo Solari Parravicini en 1939 y que le otorgó una enorme trascendencia. Con el atentado a las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, EE. UU., en el año 2001, los conocedores de la obra de Solari Parravicini no tardaron en señalar que el pintor había predicho el ataque terrorista.

El Nostradamus argentino
La profecía del ataque a las Torres Gemelas

En una psicografías, el pintor dibujó la explosión de ambas torres, en la que otros edificios son afectados por su derrumbe. Al lado de la imagen, el pintor escribió: «La libertad de Norteamérica perderá su luz. Su antorcha no alumbrará como ayer y el monumento será atacado dos veces». Pocas veces una profecía fue tan clara como la que manifestó Solari Parravicini, quien siguió teniendo premoniciones hasta que murió, el 13 de diciembre de 1974.

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